Los bebés al alimentarse tragan aire que se acumula en su estómago generándole molestias considerables, por lo que hacerlo eructar lo ayuda a expulsar estos gases y pueda sentirse más cómodo. Además, esto le permitirá abrir más espacio en su estómago y seguir alimentándose sin problema o padecer de reflujo.
Por regla general, los bebés que son amamantados no necesitan eructar con tanta frecuencia como los bebés que se alimentan con biberón, puesto que tienden a tragar menos aire mientras succionan. Pero cada niño es diferente, así que observa a tu bebé para saber cuándo tienes que sacarle el aire y establezcas hábitos sanos para su digestión.
Si le das tetero a tu bebé, te encontrarás que algunas marcas hacen que trague menos aire y por lo tanto tenga que eructar menos. Un ejemplo de ello es si el niño parece estar incómodo mientras se alimenta, se retuerce, suelta el tetero o comienza a llorar, si sucede cualquiera de estos escenarios ayúdalo a eructar, con unas palmadas suaves en su espalda. Algunas mamás suelen hacer pausas para sacarle el aire al bebé cuando lo alimentan. Una recomendación es hacerlo cada 60 o 90 mililitros (dos o tres onzas) de leche o, para aquellas mamás que amamantan, al cambiar de pecho.
Hay más de una forma de hacer expulsar los gases a tu bebé, por eso te presentamos unos breves tips o técnicas. Pero, recuerda que cada bebé es diferente y le funcionará una forma mejor que otra, pruébalas todas hasta encontrar la que mejor se adapte a tu niño:
1.- Sobre el hombro o sobre tu pecho:
2.- Sentadito:
3.- Boca abajo, en tu regazo:
Si el bebé padece de muchos gases, tu médico podría recomendarte alguna medicina especial que sirva para tratar los cólicos. Peor es importante que consideres que debes consultar a su pediatra antes de usar agua de anís, un remedio casero o cualquier tipo de medicina. También recuerda que, a medida que el bebé vaya creciendo y se empiece a mover más, encontrará una posición cómoda y eructará por sí solo. Asimismo, entre los cuatro y seis meses de edad ya no necesitará eructar. Para entonces ya sabrá succionar más eficazmente y ya no tragará tanto aire.
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