¿Cómo y cuándo debo alimentar a mi bebé?

Algunos pediatras recomiendan que la lactancia sea libre, es decir, cuando el bebé lo pida y requiera durante el primer mes de vida. Sin embargo, una norma general es asegurarte que tu bebé reciba alimento cada dos o tres horas, durante veinte minutos aproximadamente cada vez.

 

La Dra. Dianna Ramírez Prada, nutricionista dietista del Hospital Infantil de Los Ángeles explica que “si el bebé pasa más tiempo sin ingerir alimento, puede presentar una descompensación metabólica peligrosa”. Por ello, para la experta resulta necesario verificar que el niño sí esté tomando el pecho y no se quedó dormido, por ejemplo. De manera de evitar una baja de azúcar (hipoglicemia) u otras complicaciones.

 

Cuando se trata de la lactancia del recién nacido, las madres suelen preguntarse si deben despertarlo para alimentarlo, puesto que en los primeros meses de vida, el sueño es un mecanismo ideal para el desarrollo del bebé. Al respecto, Héctor Mendoza, pediatra con énfasis en medicina biológica, argumenta que, “siempre y cuando se trate de un bebé sano, nacido a término y con el peso adecuado, no es necesario interrumpir su sueño para darle de comer”. No obstante -explica Mendoza-, “no habrá que despertar al bebé si la lactancia materna está bien instaurada, es decir, si está acostumbrado a despertarse solo periódicamente”.

 

Para la doctora venezolana Ailim Carias, pediatra gastroenteróloga, si el bebé después de tres horas no ha despertado, es pertinente verificar su estado y ofrecerle alimento. Aunque esto dependerá de la edad, puesto que no es igual un recién nacido que un lactante de seis meses, a mayor sea su edad, aumentará el tiempo de tolerancia entre las comidas.

 

¿Cómo alimento a mi bebé?

 

La Dra. Ramírez Prada recomienda que en sus primeros días de vida, mantengas siempre muy cerca de ti a tu hijo, para que se pueda activar la lactancia materna y lo motives a comer cada dos o tres horas. Por ejemplo, explica la doctora: “si notas que no come suficiente porque se duerme, debes despertarlo con cantos, cambiándole de posición y, en ocasiones, retirándole un poco de ropa, puede estar muy abrigado y por eso no se despierta”.

 

Si después de pasados unos días y a pesar de seguir toda la rutina, no es posible crear cierta frecuencia de alimentación o conseguir que el bebé despierte para ser alimentado, debes consultarlo con tu pediatra y descartar cualquier anomalía.

 

Por otra parte, el Dr. Mendoza asevera que no puedes confiarte de que si el bebé llora es porque tiene hambre, ya que el pequeño está enfrentado a nuevas sensaciones tras el nacimiento. Un nuevo entorno fuera del útero y los cambios emocionales lo hacen susceptible y su forma de manifestarlo es con el llanto. Además, la sobrealimentación del recién nacido podría llevarlo a problemas digestivos como cólicos y reflujo.

 

Los expertos señalan que en el primer mes de vida, el bebé debe alimentarse entre 8 y 12 veces por día. Sin embargo, esto puede variar en función de las necesidades de cada bebé. Es importante que aprendas a conocer los hábitos del bebé, de manera que puedas identificar sus señales de hambre y saciedad, y establecer un ritmo particular. Asimismo, es muy importante que mantengas una buena producción de leche en ambos senos, para evitar que se congestionen y la lactancia se vuelva dolorosa. La recomendación clave de los médicos es, desde el principio, alternar la alimentación por periodos parecidos en cada mama.

 

¿Deseas seguir aprendiendo sobre la alimentación de tu bebé? Te recomendamos el siguiente artículo: (Colocar el link a otro artículo sobre alimentación).

Suscríbete para conocer más sobre el cuidado de tu bebé

Registra tu correo y recibe más información de nuestra página Capri bebés: recetas, cuidados, promociones y mucho más para que participes con tu bebé.