Desde su nacimiento son innumerables los Momentos Especiales que vivirás con tu bebé. Conéctate con él y establece un vínculo fuerte prestando atención a todos sus hábitos, su forma de reaccionar y conócelo.
Los bebés que reciben atención positiva, cálida y constante tienen ventajas de por vida, en cuanto a su salud física, mental, social y emocional.
Los momentos en que tu pequeño se encuentra despierto y tranquilo son las oportunidades perfectas para jugar y relacionarte con él. ¡Aprovéchalos! Estos son los Momentos Especiales en que tu bebé desea jugar y sentirse vinculado a ti. Si bien debes aprovechar el tiempo para realizar tus actividades personales, también debes saber que puedes perder el momento ideal de realizar actividades que fortalecen el vínculo afectivo.
Al escuchar constantemente tu voz, el bebé empezará a entablar una relación de confianza y respeto contigo, así que cántale todo lo que quieras. Al igual, que puedes bailar al son de tu música favorita, acunándolo en tus brazos mientras te balanceas al ritmo de la música.
Cada vez que captas la atención de tu bebé e interactúas con él, estás estimulando sus sentidos. Al limitar su forma de comunicarse le demuestras lo importante que es él para ti. Además, estás creando una base sólida sobre la cual construirás un apego permanente y saludable.
Cuanto más te comportes como un niño, mejor. Juega a las escondidas, baila y canta, ordena cajitas de plástico y vuélvelas a ordenar.
El tacto es el primero de los sentidos en desarrollarse, y podría ser el más importante. Casi medio siglo de investigaciones han llegado a la conclusión de que el contacto físico mejora la salud y ayuda a que los bebés y niños pequeños se sientan seguros y aprendan a confiar en los demás, enriquece las relaciones personales.
7.- Mírale a los ojos
Ver, tocar tu rostro y mirarte a los ojos son cosas muy importantes para tu bebé y fomentarán una buena relación que durará toda la vida.
No temas a hablarle demasiado porque a esta personita le encanta oír tu voz. El tono, la emoción y la velocidad con que le hables y leas tienen en realidad más impacto que las palabras que le digas. Incluso, parte del proceso a través del cual tu pequeño aprende a hablar consiste en escuchar continuamente tu voz.
Acúnalo, arrúllalo o cárgalo en un canguro para que pueda escuchar los latidos de tu corazón, sentir tu calor y tocar tu piel.
Cada vez que lo tienes en brazos, le cambias el pañal o lo bañas, estimulas los sentidos de tu bebé. Aprovecha y disfruta estos Momentos Especiales con él.
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