Por lo general, esta duda es muy común entre madres primerizas, ya que piensan que el dolor en los pezones es una parte normal de la lactancia materna y que simplemente, deben aguantar. Esta es una teoría falsa.

Si bien es normal sentir un pequeño dolor o sensibilidad inicial en los pezones durante los primeros segundos o minutos cuando el bebé toma el pecho. No es normal ni necesario, sentir dolor fuerte durante toda la toma o después de amamantar.

Es importante que identifiques el tipo de dolor que sientes, porque en la mayoría de los casos, sucede que como el dolor aparece después del parto lo asocies con ello y te parezca normal, cuando no es la realidad. Incluso tal vez puedes estar muy concentrada en alimentar al bebé y pienses que te acostumbrarás al malestar o que se pasará en cualquier momento. Busca asesoría con expertos en lactancia a la primera señal de incomodidad. Si ignoras el dolor, tus pezones se podrían agrietar y sangrar.

Otro caso recurrente es que muchas madres dejan de dar el pecho a sus bebés antes de tiempo por el dolor en los pezones. Sin embargo, unos pequeños ajustes en tu rutina te permitirán seguir amamantando cómodamente. A continuación te ofrecemos unos tips para puedas seguir compartiendo Momentos Especiales con tu bebé y su alimentación:

• Contacta a tu médico, él te puede ayudar a diagnosticar la causa del dolor. Una vez que determinen la causa del dolor, la solución suele ser simple.

 

• En muchas ocasiones, el dolor se debe a la mala colocación del bebé en el seno. Observa y establece otras posiciones más cómodas para ti.

 

• No empujes el seno en la boca del bebé. Espera a que él abra la boca y acerca suavemente su cabecita a tu pecho.

 

• Coloca a tu bebé en el pecho de manera que todo su cuerpo esté volteado hacia tu cuerpo y no tenga que voltear la cabeza para agarrar tu seno.

 

• Siéntate cómodamente. Si te sientas en la cama en lugar de una silla o en una posición demasiado inclinada, puede que sea más difícil de colocar bien al bebé en el pecho. Prueba diferentes posiciones para amamantar, hasta que encuentres aquella más cómoda para ambos.

 

• Prueba usar un cojín o una almohada para apoyar tus brazos mientras sujetas al bebé.

 

• Sostén bien tu pecho con la mano que tengas libre. Algunos bebés se agarran con extrema firmeza al pecho si tienen la sensación de que se les va a escapar.

 

• Asegúrate de sujetar a tu bebé cerca de tu cuerpo para brindarle firmeza y apoyo y pueda concentrarse en succionar y no en tratar de mantenerse estable.

 

• No retires al bebé de tu pecho sin antes romper la succión de sus labios, colocando la punta de tu dedo en la comisura de su boca, después puedes alejarlo del pezón.

 

• Si el dolor dura más de 15 segundos, rompe cuidadosamente la succión y vuelve a colocar al bebé.

 

• Estimula la bajada de la leche masajeándote suavemente los pechos o extrayendo manualmente un poco de leche antes de cada toma. Así el bebé tendrá que succionar por menos tiempo.

 

• Ofrécele primero el pecho que te duela menos.

 

• No esperes hasta que el bebé llore. Aliméntalo cuando notes que empieza a buscar el pecho.